El ex Presidente de la Nación falleció en su departamento de Recoleta luego de padecer un cáncer de pulmón por más de un año, el deceso se produjo a las 20.30 Hs., informó F.M. TIEMPO. Raúl Ricardo Alfonsin todo un símbolo de la democracia argentina. Se lo recordará con tres días de duelo. Se fue el más democrático de los presidentes. Su cuerpo, con las huellas de décadas de trajín político, no soportó más la carga de un cáncer de pulmón que se había agravado en las últimas horas con una neumonía. Raúl Alfonsín, el hombre que encabezó el retorno del país a la democracia, tras la última dictadura, murió esta noche a los 82 años. El ex mandatario expiró a las 20.30 y la confirmación oficial llegó pocos minutos después de las 21. El médico Alberto Sadler fue quien dio la noticia y algunos detalles. «Lamentablemente a las 20.30 el doctor Raúl Alfonsín ha fallecido tranquilo en su domicilio, acompañado por sus familiares, con mucha paz. Estaba dormido, con deterioro sensorio y respirando muy tranquilamente. En este momento sólo puede decirse que ocurrió en un marco de mucha tranquilidad y acompañado por su familia, como él siempre quiso que ocurriera», fue el breve comunicado de Sadler ante los periodistas. El perfil de estadista respetado aún por sus opositores de Alfonsín fue puesto a prueba en estas últimas horas con un desfile de figuras políticas por el departamento de la avenida Santa Fe en el que pasó el último tramo de su enfermedad. También con los llamados de la presidenta Cristina Kirchner desde Qatar. Alfonsín padecía un cáncer de pulmón con metástasis ósea. Su cuadro se complicó el domingo, a raíz de una «neumonía broncoaspirativa», que obligó a que un equipo médico siguiera de cerca su salud. Si bien el líder radical ya había sobrellevado varias complicaciones similares, esta vez el cuerpo le dijo basta. Su última aparición en público fue a comienzos de octubre del año pasado, durante el homenaje que se le realizó en la Casa Rosada a 25 años de su asunción como presidente. En esa ocasión, y rodeado de radicales, peronistas y socialistas, dejó algunas frases que sonaron a mandamientos de su forma de ver y ejercer la política. «No es posible concebir el debilitamiento de los partidos políticos», afirmó. Y también señaló que «se impone fortalecer el estado de la ley y del derecho». Una máxima de esa ceremonia puede servir como resumen en boca propia: «Toda mi actividad política buscó fortalecer la autonomía de las instituciones democráticas y el gobierno de la ley». Desde el momento en que se agravó su enfermedad, periodistas, simpatizantes y curiosos se agolparon frente a la puerta de ingreso del departamento de la avenida Santa Fe, a la espera de novedades. No por inevitable, el final generó menos tristeza. Cuando se conoció la noticia, a las puertas del edificio se escucharon, después de un «Alfonsín, Alfonsín», las estrofas del Himno. Todo un símbolo.
TODO UN SIMBOLO DE LA DEMOCRACIA
Si algo caracterizó a Raúl Alfonsín a lo largo de toda su vida política fue la firme convicción de que el radicalismo, al que ingresó a los 20 años cuando estudiaba abogacía, debía apostar siempre al poder más allá de los conflictos internos partidarios y las discusiones de comité. De hecho, esta visión de que la UCR era un elemento esencial para el sostenimiento de la democracia, lo llevó a exclamar en diciembre de 2001, en plena debacle del gobierno de la Alianza, «que no se rompa el partido», según relatan dirigentes radicales. Con esta premisa, ocupó su primer cargo público a los 27 años, al ser elegido concejal en su pueblo natal, Chascomús. Fue diputado provincial y diputado nacional, ocupó distintos cargos de la dirigencia partidaria y llegó a la Presidencia de la Nación de la mano de la recuperación democrática, en 1983. Previamente, había sido parte activa de la Multipartidaria que luchó por el fin de la sangrienta última dictadura, tras largos años de ejercicio del terrorismo de Estado. A la presidencia de la Nación llegó luego de una dura interna que le ganó al delarruismo en 1982 apoyándose en la línea radical «Renovación y Cambio» que se opuso frontalmente al balbinismo. Alfonsín ya se había enfrentado a Ricardo Balbín en 1972 en una interna que perdió. La campaña electoral que finalmente le dio el triunfo derrotando al justicialista Italo Luder, la basó en tres puntales que en ese momento consideraba estratégicos: la denuncia de un presunto pacto «militar-sindical»; la mención al Preámbulo de la Constitución Nacional que recitaba al finalizar cada discurso de campaña y el ya legendario «con la democracia se come, se educa y se cura». Alfonsín le ganó a Luder con el 51,75 por ciento de los votos contra el 40,16. Sin duda, el juicio a la Junta de Comandantes, que recibieron cadena perpetua, marcó su compromiso con la defensa de los derechos humanos que ya había demostrado al convertirse en uno de los fundadores de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos y ya como presidente el impulso que le dio a la creación de la Conadep. El juicio comenzó en abril de 1985 y finalizó en diciembre de ese año, cuando antes del veredicto el fiscal Julio Strassera pronunció el célebre «Nunca Más». Estos hechos no podrán ser borrados pese a las Leyes de Punto Final, dictado en diciembre de 1986, y Obediencia debida aprobada como consecuencia del levantamiento «carapintada» en Semana Santa de 1987, ambas derogadas durante la gestión de Néstor Kirchner. De todas maneras, el líder radical mantuvo hasta el fin de sus días el argumento de que esa decisión, aunque dolorosa, fue la que permitió salvar la democracia. Fueron justamente los levantamientos militares, sumados a fallidos planes económicos, a las recurrentes huelgas generales y, finalmente, una galopante hiperinflación, los que horadaron el poder de Alfonsín y lo forzaron a abandonar su cargo cinco meses antes del fin de su mandato. También, en enero de 1989, Alfonsín se enfrentó a la toma del cuartel de La Tablada por parte del Movimiento Todos por la Patria que comandaba Enrique Gorriarán Merlo. Alfonsín siguió cosechando respeto y reconocimiento como líder democrático, lo que lo colocó en un lugar de privilegio en la vida política argentina. De hecho, el 2 de julio pasado, el ex presidente fue declarado «Ciudadano Ilustre» por la Legislatura bonaerense, que subrayó «su aporte permanente a favor de la democracia, su defensa irrenunciable a la lucha por los derechos humanos y su compromiso inclaudicable en pos de un país mejor». Quizás nadie mejor que él pudo resumir cómo lo recordaría la historia: «Eso déjelo que lo conteste la historia, pero nunca habrá nada de qué acusarme. Estoy con la conciencia tranquila», le respondía Alfonsín a un periodista cinco años atrás. Desde la recuperación de la democracia, los caminos que fue transitando el radicalismo estuvieron en buena medida guiados por sus pasos. De hecho, en 1993 selló el llamado «pacto de Olivos» con el entonces mandatario Carlos Menem, lo que abrió las puertas a la Reforma Constitucional de 1994, que a la vez habilitó la reelección presidencial. «Lo hice para salvar la democracia», repitió una y otra vez el líder radical. Luego, fue uno de los impulsores de la denominada Alianza (el entendimiento entre la UCR y el Frepaso) que en 1999 pondría fin a la gestión menemista y llevaría a la Casa Rosada a Fernando de la Rúa, a quien acompañó desde la presidencia del partido. Tras el fracaso y la caída de este gobierno, Alfonsín, aun sin ser el presidente del radicalismo, procuró pilotear la crisis partidaria. Desde ese rol, supo mantener un estrecho diálogo con el presidente de la transición, Eduardo Duhalde, y luego con el presidente Néstor Kirchner. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo visitó en su casa en los últimos días de vida, y allí conversó con el ex presidente sobre diversos aspectos de la política. «Siempre es grato conversar con Alfonsín», dijo en forma al retirarse de su domicilio. Esta vez, la salud a Alfonsín le jugó una mala pasada. Sin embargo, su fortaleza física ya había quedado demostrada hacía nueve años, cuando milagrosamente logró sobrevivir de un grave accidente automovilístico que lo mantuvo internado y con su vida en jaque durante casi cuarenta días.
Las noticias falsas en las redes sociales y la crisis de los grandes medios Por Luciano Toledo Una década atrás, el periodista Ignacio Ramonet decía q... Leer más
Hoy (jueves 7 de junio) nos ha dejado un gran amigo y compañero: Luis “Nito” Scarrone. Un grande del ciclismo, no solo de Rojas sino de la región. A l... Leer más
Cuando la patria desplegaba su vocación de grandeza hacia todos los rumbos de la tierra, inmigrantes irlandeses llegaban a nuestro suelo (1869). Desde... Leer más
El Zupay, uno de los seres malignos de nuestra mitología folklórica… En realidad es el mismo demonio. Ricardo Rojas mencionaba que el Zupay prefiere la forma humana para sus manifestaciones; «ha encarnado alguna ve... Leer más
El Chajá es un ave zancuda de nuestro país. Su cuerpo de regular tamaño, está recubierto por plumas de color gris plomizo. En su cuello una línea de plumas negras forma un collar, y dos manchas blancas se destacan en el... Leer más
Según una extensa investigación realizada por el relator y sociólogo popular Angulino, el primer caso de Hombre Lobo que se tenga registro en la Argentina, ocurrió en la ciudad de Chivilcoy, provincia de Buenos Aires, ce... Leer más
Hilario no conocía más que la soledad. Y al principio no le importaba. ¿Qué podía faltarle a un gaucho joven, si tenía un rancho donde cobijarse, un caballo incansable y unas cuantas ovejas que atender? Andar por esos ca... Leer más
Junto a la historia de todo el norte del país, que es también la historia de Salta, se encuentra la sombra del algarrobo. De este árbol que venía alimentando la alegría de toda esa parte de América, ya que hasta hace no... Leer más
2014 Director general: Oscar Alberto Cardigni, Emisora: FM Tiempo, LRM 359 FM 100.9 Mhz.