FUTBOL: MOMENTOS

En un campeonato tan competitivo como el rojense, pestañar puede significar quedarse sin nada. Y si no, pregúntenle al Gringo Bongiovanni y todo Juventud. Tras el épico 5 a 4 ante Newbery y el posterior 2 a 1 ante Carabelas los albirrojos eran punteros absolutos, con dos puntos sobre El Huracán y cinco sobre Argentino. Dos fechas después, todo cambió, y ahora Juventud está tercero, muy complicado pensando en adueñarse de ese tan pretendido número uno.
Juventud perdió sus últimos dos juegos, ante Argentino y ante Boca. Y en ambos, curiosamente, arrancó ganando y terminó perdiendo 2 a 1. “Debemos replantearnos algunas cosas” tiró Bongiovanni, quien se retiró con gesto adusto comprensible del “Ciudad de Rojas”. Boca, en cambio, está feliz porque al menos dio señales de tener al menos signos vitales. Ganó tres cinco fechas y ahora está quinto. Lejos de los de punta, pero más cerca de una recuperación que le permita ilusionarse con algo más que una digna campaña.
Si hablamos de arbitrajes, lo de Pablo Funes ayer en el estadio xeneize es preocupante. No tanto por el nivel en sí, sino por la decisión del Colegio de Arbitros en la designación. Funes tiene apenas 24 años y ayer se lo notó nervioso, tenso. Sería conveniente que, en estas instancias, los jueces tengan más experiencia, para que no los tape el agua. Y es casi incomprensible que colegiados como el rojense Fabián González (se correcto nivel en las últimas temporadas) estén “apenas” de asistentes.