FEDERICO MARTINEZ COMANDA LA 1.100

Federico Martínez clavó, en Baradero, un hermoso triple en la FRB 1.100. Esta vez no la tuvo tan fácil, porque un trompo lo relegó en la serie. Pero se recuperó y en la final superó a todos para cruzar primero la bandera a cuadros y de este modo seguir aumentando su diferencia en el campeonato 2010.
Y la racha sigue…
La verdad que estamos muy contentos con este cuarto triunfo consecutivo. Y siempre trabajando para no bajar los brazos y poder seguir ganando.
Pero esta vez no fue tan sencillo…
No, porque se nos complicó en la serie. Pisamos una mancha de agua cuando veníamos ganando, hicimos un trompo y quedamos en la última colocación. Pudimos remontar algo, pero llegamos en la quinta colocación. Esa serie la ganó de gran forma “Chuky” Alvarez.
Por eso en la final tuviste que trabajar muchísimo…
Sí, aunque las cosas se me facilitaron. Joaquín tuvo un problema y largó mal, y yo logré pasarlo al igual que a otro piloto en la recta opuesta. Y cuando estaba tercero me beneficio porque el primero y el segundo se tocan, y así paso adelante en la carrera.
Y cuando agarraste la punta, ¿fue fácil?
No, para nada, porque el segundo venía en un buen ritmo y no me perdía pisada. Estuvo cerca, aunque en las últimas cinco vueltas apuré mi ritmo y saqué una luz de diferencia. De todos modos en esta final, sabiendo que largaba atrás, no salí a hacer locuras, sino a cuidarme de algún toque y sumar puntos.
Y ahora te has escapado en el torneo…
Estoy muy contento por las cuatro victorias. En tres de ellas logré el puntaje perfecto y en esta última apenas perdí la serie. Por eso quedé escapado en el campeonato.
¿Le apuntás al campeonato?
Sí, y estoy trabajando en eso. Hace dos años que no podemos lograrlo, por eso apuntamos nuestro objetivo en salir campeones.
Felicitaciones y a seguir en esta senda…
Muchas gracias, y me gustaría agradecer a toda mi familia, que siempre me está apoyando. A los auspiciantes, a Juan José Reybett que me entrega un motorazo, a Mingo Marcachini que me arma la caja, a Hernán Iocco y a la gente de Carabelas que siempre me da una mano.